La Llegada del Nuncio
El Nuncio de Su Santidad, Mons. Federico Tedeschini llegó por vía férrea a las onces y veinticinco de la mañana del día veintidós. En la estación le esperaban el señor Alcalde, D. Federico Ysasi, y el Obispo de Málaga y Cádiz. Después de pasar unos momentos en la sala de recepciones de la estación y saludar a las distintas personalidades, salió a la amplia explanada donde un numeroso público le esperaba.
En un carruaje, acompañado del señor Alcalde, del señor Conde de Puerto Hermoso y de D. Manuel Domeq, se dirigió a la Colegial y de allí a la Casa-Palacio de D. Manuel Domeq, donde se hospedaría. A las puertas del palacio, una compañía de Pavía le rindió los honores y después que revisó las fuerzas, estas desfilaron ante el prelado en columnas de honor.
En un carruaje, acompañado del señor Alcalde, del señor Conde de Puerto Hermoso y de D. Manuel Domeq, se dirigió a la Colegial y de allí a la Casa-Palacio de D. Manuel Domeq, donde se hospedaría. A las puertas del palacio, una compañía de Pavía le rindió los honores y después que revisó las fuerzas, estas desfilaron ante el prelado en columnas de honor.
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